viernes, 25 de enero de 2013

UNIDAD 5 ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS FINANCIEROS


Administración de los Riesgos Financieros
La administración de riesgos financieros es una rama especializada de las finanzas corporativas, que se dedica a el manejo o cobertura de los riesgos financieros
“La incertidumbre existe siempre que no se sabe con seguridad lo que ocurrirá en el futuro. El riesgo es la incertidumbre que “importa” porque incide en el bienestar de la gente….. Toda situación riesgosa es incierta, pero puede haber incertidumbre sin riesgo”. (Bodie, 1998).
Por esta razón, un administrador de riesgos financieros se encarga del asesoramiento y manejo de la exposición ante el riesgo de corporativos o empresas a través del uso de instrumentos financieros derivados. Para brindar un panorama más particular sobre la administración de riesgos en el cuadro No. 1, se puede apreciar la diferencia entre objetivos y funciones de la administración de riesgos financieros.
También es de suma importancia conocer los tipos de riesgos a los que se enfrenta toda empresa, así como, su definición; ver cuadro No. 2 donde se presentan todos los tipos de riesgos financieros más generales y comunes.
Una vez explicados los fundamentos de objetivos y funciones de la administración de riesgos, así como, los tipos de riesgos financieros, es importante conocer a su vez, el proceso de cómo se administra el riesgo paso a paso, de manera muy general (ver cuadro No.3).
Es importante recalcar la importancia del método de transferencia del riesgo, ya que hoy en día es el método más utilizado en la administración de riesgos, a su vez, es el método al que se recurre a través de instrumentos derivados.
El método de transferencia del riesgo, cuenta con tres dimensiones, la de protección o cobertura, la de aseguramiento y la de diversificación (ver cuadro No.4).
Identificación de Riesgos
Para identificar las fuentes de riesgo es necesario considerar la naturaleza  de los distintos tipos de riesgos que se presentan en una operación

1.      Condiciones de los mercados financieros
2.      Diversificación o concentración de las carteras
3.      Plazos de inversión
4.      Entorno económico


Riesgo de Mercado
¿Qué es el riesgo de mercado?
El riesgo de mercado, también conocido como riesgo sistemático, es el riesgo de que el valor de un portafolio (de inversión o comercial) disminuya debido a cambios en valor de los factores de riesgo del mercado, los cuáles determinan su precio o valor final.
Los factores estándares de riesgo de mercado son:
1.      Precios de valores y títulos
2.      Tipos de interés (vea riesgo de tipo de interés)
3.      Tipo de cambio entre divisas extranjeras (vea riesgo cambiario)
4.      Precios de materias primas
Medida del riesgo de mercado
Como cualquier otra forma de riesgo, la cantidad de pérdida potencial debido al riesgo de mercado puede ser medida mediante varios métodos o convenciones.
Tradicionalmente la forma más usada para medir el riesgo de mercado es el uso de valor en riesgo (Value at Risk o VaR), una práctica muy aceptada y extendida en la gestión de riesgo a corto plazo. El VaR se define como la pérdida máxima esperada en un determinado período de tiempo.
El método de valor en riesgo para medir el riesgo de mercado contiene varias limitaciones que hacen que pierda exactitud. Estas limitaciones se deben a que este método asume que la composición del portafolio no cambia a lo largo del tiempo de medida. Esta limitación es a menudo aceptable en medidas de riesgo de mercado a corto plazo. A medida que se amplia el período de tiempo que se tiene en cuenta, la variación del portafolio va aumentando pues es mucho más probable que, a mayor período de tiempo, mayores cambios se produzcan en las posiciones del portafolio, siendo cada vez menos relevante la medida del valor en riesgo .
Otros métodos de medida de riesgo de mercado es la simulación histórica y la varianza-covarianza (mide la variabilidad histórica del rendimiento de activos financieros), ambos asumen una correlación entre eventos pasados y futuros, lo cuál deja de ser efectivo en momentos de estrés en el mercado, situaciones en las que el nerviosismo de los inversores y situaciones más o menos extremas pueden derivar en un comportamiento totalmente nuevo o inesperado.
Gestión del riesgo de mercado
La gestión del riesgo de mercado se realiza mediante planes de procedimiento ante determinados comportamientos de los factores de riesgo que afecten al valor de un portafolio en contrato.
La gestión del riesgo de mercado implica una serie de pasos secuenciales. El primero es la identificación de los factores de riesgo que afectan al portafolio. Una vez identificados los factores de riesgo de mercado, se procede a la cuantificación del riesgo de mercado y se realizan test de sensibilidad a las variaciones de los factores de riesgo aplicando colecciones de valores de riesgo de mercado históricas conocidas. De esta forma se puede establecer un plan ante posibles escenarios debidos a los cambios en el valor de los factores de riesgo.

Riesgo de Crédito
¿Qué es el riesgo de crédito?
El riesgo de crédito es la posibilidad de pérdida económica derivada del incumplimiento de las obligaciones asumidas por las contrapartes de un contrato. El concepto se relaciona a instituciones financieras y bancos pero se puede extender a empresas, mercados financieros y organismos de otros sectores.
Por ejemplo, el emisor de un bono puede no pagar el capital y los intereses a tiempo incumpliendo el contrato y generando una pérdida para el inversor. En este sentido, los bonos gubernamentales tienen mucho menor riesgo que los bonos emitidos por empresas, pues ante dificultades, el gobierno puede recuperarse mucho más fácilmente que una empresa.
Lo tipos de riesgo de crédito
El riesgo de crédito puede clasificarse atendiendo a varios créditos. Una clasificación sería en función de quién soporta el riesgo. De este modo, los tipos de riesgo de crédito serían:
Riesgo de crédito soportado por personas físicas
Los individuos, y no sólo entidades financieras y empresas, están expuestas y asumen riesgo de crédito en muchas de sus actividades diarias. Por ejemplo, al depositar su dinero en un banco, cuándo se asumen obligaciones contractuales para realizar un depósito (por ejemplo al realizar un contrato de alquiler) o simplemente al trabajar por cuenta ajena pues se asume el riesgo de que la empresa o pagador no haga efectivo su salario.
En algunos países existen medidas para limitar el riesgo de crédito de individuos o personas físicas ante depósitos bancarios o para proteger el impago de salarios. Por ejemplo en España existe el Fondo de garantía de Depósitos y el Fondo de Garantía Salarial.
Riesgo de crédito soportado por las empresas
El principal riesgo de crédito que asumen las empresas es la venta a plazo en la que asume el riesgo de que el cliente que ha comprado una mercancía finalmente no pague. En este sentido, la mayoría de empresas cuenta, o contratan servicios externos, con departamentos de valoración del riesgo que estudian la viabilidad de venta a plazo a cada cliente.
Riesgo de crédito soportado por instituciones financieras
Una de las actividades cotidianas de bancos e instituciones financieras son la concesión de créditos a clientes, tanto individuales como corporativos. Estos créditos pueden ser en forma de préstamos o líneas de crédito (como tarjetas de crédito) y otros productos. La entidad financiera asume el riesgo de que el deudor incumpla el pago de su deuda e intereses pactados. Los bancos suelen exigir ciertas garantías e imponen ciertas clausulas adicionales que varían según la valoración de riesgo del cliente; así por ejemplo pueden cobrar unos tipos de interés más altos para clientes con más riesgo o pueden imponer un límite de endeudamiento a empresas a las que se les ha concedido un crédito.
Riesgo De Liquidez
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea define la liquidez como «la capacidad de una entidad para financiar aumentos de su volumen de activos y para cumplir sus obligaciones de pago al vencimiento, sin incurrir en pérdidas inaceptables.
En este sentido, el riesgo de liquidez se puede expresar como la probabilidad de incurrir en pérdidas por no disponer de recursos líquidos suficientes para cumplir con las obligaciones de pagos comprometidas en un horizonte temporal determinado, y una vez considerada la posibilidad de que la entidad logre liquidar sus activos en condiciones razonables de tiempo y precio.
Las entidades del sector financiero se encuentran particularmente expuestas al riesgo de liquidez, dada la naturaleza de sus actividades, entre las que se incluye la captación de fondos. Se trata de un riesgo inherente a la actividad bancaria; sin embargo, el riesgo de liquidez había recibido menor atención que otros riesgos, tanto por parte de las entidades como de los reguladores. Así, hasta 2010 la normativa consistía fundamentalmente en una serie de principios cualitativos no vinculantes sobre la buena gestión de la liquidez.
Definición del Riesgo de Liquidez
Se define como riesgo de liquidez la contingencia de que la entidad incurra en pérdidas excesivas por la enajenación de activos a descuentos inusuales y significativos, con el fin de disponer rápidamente de los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones contractuales. Por lo anterior, la gestión del riesgo de liquidez contempla el análisis integral de la estructura de activos, pasivos y posiciones fuera de balance, estimando y controlando los eventuales cambios que ocasionen pérdidas en los estados financieros.
Gestión del Riesgo de Liquidez
Para controlar el riesgo de liquidez, se establecen tres categorías: liquidez de los instrumentos, liquidez del mercado y liquidez de los portafolios. En la primera, se analiza la liquidez del subyacente en operaciones que se realicen en el mercado de valores, el indicador de liquidez de los instrumentos está dado por el volumen de negociación del instrumento en particular, y la participación del mismo dentro del total negociado para cada especie. En la segunda, se analiza la liquidez del mercado dentro del que se negocia cada producto y en la última, se coordinan los flujos de caja según la porción variable y estable, con el fin de determinar estrategias de inversión de acuerdo con los requerimientos de liquidez. 
Algunos aspectos a considerar para gestionar el riesgo de liquidez son los siguientes:
Elaboración de un plan de actuación por parte de la Alta Dirección en el que se determinen las medidas a tomar ante una falta repentina de liquidez en los mercados o ante una cancelación anticipada de los contratos de sus clientes
 Mantenimiento de líneas de financiación abiertas no utilizadas.
Establecimiento de una adecuada diversificación tanto en plazos como en fuentes de fondeo.
Establecimiento de un límite máximo sobre el total de las posiciones abiertas.
Principios para la adecuada gestión del riesgo de liquidez
El Comité de Basilea publicó en 2000 (última versión de 2008) el documento Sound Practices for Managing Liquidity in Banking Organisations, que contiene unos principios para una adecuada gestión de la liquidez en las entidades financieras que, por lo general, han sido adoptados por los diferentes supervisores locales, incorporándolos a su propia regulación en materia de gestión del riesgo de liquidez.
A continuación se resumen los principales aspectos considerados por estos principios.
1. Principio fundamental para la gestión y supervisión del riesgo de liquidez.
El principio fundamental, del que se deriva el resto, establece que una entidad es responsable de la buena gestión de su riesgo de liquidez, por lo que deberá definir un marco de gestión robusto para garantizar que se mantiene liquidez suficiente (incluido un buffer de activos líquidos de alta calidad y libres de cargas) para hacer frente a una serie de eventos generadores de tensiones, incluidos los que ocasionan la pérdida o el deterioro de las fuentes de financiación.
Los supervisores deben evaluar la suficiencia del marco de gestión y la posición de liquidez de la entidad y deben adoptar las medidas oportunas si detectan deficiencias en este sentido, con el fin de proteger a los depositantes y limitar posibles daños sobre el sistema financiero en su conjunto.
2. Buen gobierno del riesgo de liquidez.
Las entidades deben establecer con claridad una tolerancia al riesgo de liquidez adecuada a su estrategia de negocio, e incluir para todas las actividades de negocio costos, beneficios y riesgos de liquidez en los procesos de fijación de precios, medición de resultados y aprobación de nuevos productos.
La Alta Dirección debe desarrollar estrategias, políticas y prácticas para gestionar el riesgo de liquidez con arreglo a su tolerancia al riesgo, que deben ser aprobadas por el Consejo de Administración, e informar a este último sobre la evolución de la liquidez.
El Consejo de Administración debe, al menos una vez al año, examinar y aprobar las estrategias, políticas y prácticas de gestión de la liquidez, y cerciorarse de que la Alta Dirección gestiona con eficacia el riesgo de liquidez.
3. Medición y gestión del riesgo de liquidez.
Las entidades deben contar con un adecuado proceso de identificación, medición, vigilancia y control del riesgo de liquidez.
Se deben vigilar y controlar de forma activa las exposiciones al riesgo de liquidez y las necesidades de financiación dentro de cada entidad legal, línea de negocio y divisa, así como entre estas, teniendo en cuenta las limitaciones jurídicas, regulatorias y operativas para la transferencia de liquidez.
Procede establecer límites para controlar la exposición y vulnerabilidad al riesgo de liquidez (que deberán revisarse periódicamente).
Hay que establecer indicadores cualitativos y cuantitativos de alerta temprana con el fin de reconocer la aparición de riesgos o vulnerabilidades adicionales en la posición de liquidez de cada entidad o posibles necesidades de financiación.
Se dispondrá de un sistema de información diseñado para facilitar información puntual y prospectiva sobre la posición de liquidez de la entidad al Consejo de Administración, la Alta Dirección y otro personal competente.
Se fijará una estrategia de financiación que contemple una diversificación eficaz de las fuentes y plazos de vencimiento de la financiación, el mantenimiento continuo de la presencia en los mercados de financiación elegidos y las estrechas relaciones con los proveedores de fondos, la calibración periódica de su capacidad para obtener con presteza fondos de cada fuente y la identificación de los principales factores que afectan a su capacidad de captar fondos, vigilándolos estrechamente.
Procede gestionar activamente las garantías constituidas, diferenciando entre activos sujetos a cargas y libres de cargas, así como la entidad legal y la ubicación física donde se hallen las garantías y la forma en que estas podrían movilizarse con presteza.
Se deberán realizar pruebas de stress periódicas que contemplen una gama de escenarios de tensión a corto y largo plazo, con el fin de identificar posibles gaps de liquidez y garantizar que las exposiciones guardan relación con la tolerancia al riesgo de liquidez establecida.
Los resultados de las pruebas de tensión deberán ser utilizados para desarrollar planes de contingencia eficaces, que se revisarán periódicamente.
Las entidades deberán mantener un buffer de activos líquidos de alta calidad y libres de cargas como seguro frente a una serie de escenarios de stress de liquidez. No deberá existir ningún obstáculo de índole jurídica, regulatoria u operativa que impida utilizar estos activos para obtener financiación.
4. Otros principios (Principios 13 a 17)
Las entidades realizarán una difusión pública (Principio 13) de su información en materia de liquidez para mantener informados a los participantes del mercado.
Finalmente se desarrollan los preceptos que los supervisores deberán considerar en el ejercicio de su función (Principios 14 a 17).
Riesgos potenciales a corto plazo
Afloran, sin embargo, algunos riesgos con potencial impacto en el corto plazo:
1.      Aumento de la demanda de liquidez de las entidades a los bancos centrales (a corto y largo plazo), como consecuencia de los requerimientos regulatorios.
2.      Contracción de la liquidez del sistema, al mantener las entidades mayores niveles de activos líquidos de alta calidad en balance y, por tanto, disminuir la demanda de activos no contemplados en la definición regulatoria del buffer. Esto puede perjudicar a los mercados de estos activos o de financiación en el corto plazo.
3.      Posible disminución del volumen crediticio, como consecuencia de la contracción de la liquidez y la necesidad de las entidades de mantener el buffer de liquidez, y disminución de la rentabilidad, ya que para cumplir con la normativa las entidades deberán invertir en activos líquidos de alta calidad y por tanto con menor margen.
4.      Posibles impactos en el PIB, como consecuencia de la contracción del crédito, lo que a su vez podría tener consecuencias en el nivel de desempleo.
Estos efectos son inciertos y de difícil cuantificación, y se espera que el impacto final sea limitado y que, a largo plazo, los beneficios compensen los costes.
Profundizando en lo anterior, con base en los comentarios de la industria financiera y los distintos estudios publicados , se pueden destacar los siguientes efectos contrapuestos en los ámbitos que se ven más afectados por la introducción de los nuevos estándares:
1.      Impactos sobre la rentabilidad de las entidades financieras.
2.      Impactos en el modelo de negocio de las entidades financieras.
3.      Modificación de los mecanismos de financiación de las entidades financieras.
4.      Impactos sobre la estabilidad financiera.
5.      Aumento de la demanda de deuda soberana.
6.      Demanda de liquidez a los bancos centrales.
7.      Incremento del coste y disminución del volumen del crédito.
8.      Aumento de la morosidad y contracción del PIB y del empleo.




METODOLOGÍA
Altman Z-Score: El detector de quiebras
El Altman Z-Score es un sencillo método de análisis de la fortaleza financiera de una empresa. Lo que nos dice este método son las probabilidades de quiebra establecida por una combinación de ratios financieros. El modelo fue creado en 1960 por Edward Altman, profesor de la Universidad de Nueva York.
El modelo tiene 5 variables:
X1: (Working Capital/Total Assets)
X2: (Retained Earnings/Total Assets)
X3: (EBITDA/Total Assets)
X4: (Market Value of Equity/Total Liabilities)
X5: (Net Sales/Total Assets)
Para calcular el valor del Altman Z-Score, debemos combinar las variables anteriores de la siguiente forma:

Z = 1,2 * X1 + 1,4 * X2 + 3,3 * X3 + 0,6 * X4 + 1,0 * X5
El modelo se interpreta de la siguiente manera:
Z-SCORE por encima de 3 : La empresa no presenta probabilidad de quiebra y se le considera segura.
Z-SCORE entre 2,7 y 2,9: Está en zona de precaución. Debe hacerse un análisis muy pormenorizado antes de entrar en la compañía.
Z-SCORE entre 1,8 y 2,7: Está en zona de alerta. Si las condiciones financieras no cambian rápidamente, es muy probable que la empresa quiebre en los próximos dos años.
Z-SCORE menor que 1,8: La quiebra es inminente. El peligro financiero es máximo.
Este modelo debe ser completado con un análisis del balance. Es el complemento perfecto para los análisis de liquidez y solvencia que debemos realizar para cualquier empresa. Recuerda que el Working Capital (Fondo de Maniobra) es igual al Activo a Corto Plazo (Current Assets) menos el Pasivo a Corto Plazo (Current Liabilities).
EJEMPLO: GENERAL MOTORS (GM)
Sobre GM planea la sombra de quiebra desde hace casi tres años. Su deuda se considera bono basura y unos cuantos hedge funds están apostando por su bancarrota con opciones PUT fuera de dinero. Es, por tanto, la candidata ideal para ser analizada con el Método Altman Z-Score. Vamos a utilizar las cuentas anuales de 2005, ya sabrán lo que tienen que hacer. Necesitamos el Balance y el Estado  de Resultados.
Como podemos observar, GM tiene un Z-Score de 0,614. Por algo su deuda se considera bono basura. Aquel que decida comprar acciones de GM deberá analizar con mucho cuidado su situación financiera. La apuesta aquí no es cuánto va a ganar GM el año próximo ni cuánta cuota de mercado va a mantener. El comprador de GM apuesta a que la compañía no va a quebrar. Como cualquier apuesta “todo o nada” si sale bien la jugada los retornos van a ser muy altos pero si sale mal lo que hoy compramos a $34 podemos venderlo a menos de $1. En cualquier caso, la compra de acciones de GM no puede catalogarse de inversión. Es una operación especulativa en toda regla.

DETERMINACIÓN DEL VAN, TIR Y TMAR
Previo al cálculo de la Tasa Interna de Retorno (TIR) y el Valor Actual Neto (VNA), es necesario calcular la TMAR con la cual se descontará el flujo.
Para ello se utilizará la fórmula del CAPM: ( Capital Asset Pricing Model ) Modelo de fijación de precios de activos de capital.
El objetivo del desarrollo de este modelo es tratar de determinar como se establecen las rentabilidades que uno espera obtener de un portafolio, lo mismo de un activo  individualmente considerado. Como todo modelo en sus inicios tiene un planteo inicial que establece una serie de supuestos simplificadores de la realidad, con el correr del  tiempo esos supuestos son levantados.
La Beta de una cartera de acciones es el nivel de relación que existe entre el rendimiento de nuestra cartera y el mercado, expresado en un índice. En el caso de España el IBEX-35. (Índice Bursátil Español).
SI la BETA de nuestra cartera es igual a 1.0 significa que nuestra cartera de acciones se mueve en idéntica proporción al Ibex-35 -ó al índice de referencia del mercado-
SI la BETA es igual a 1.3 Significa que el movimiento de la cartera de acciones ha sido de un 130% con respecto al movimientodel IBEX-35.
SI la BETA es igual a 0.8 significa que el movimiento de la cartera de acciones ha sido de un 80% con respecto al IBEX-35.
De este modo si queremos que nuestra cartera replique al índice deberemos de tender a que su beta sea lo mas cercana a 1.
¿Como calcular la Beta de nuestra cartera?
Lo primero es conocer la Beta individual de las acciones que componen nuestra cartera. En el mercado español la Sociedad de Bolsas publica mensualmente en sus informes las Betas de las acciones en su últimas 20, 60, 120 y 250 sesiones. Igualmente necesitamos ponderar el peso que cada acción tiene en nuestra cartera.
Supongamos que nuestra cartera está compuesta de la siguiente manera:
Acciones de telefónica en un 50%
Acciones de Endesa en un 20%
Acciones de Ferrovial en un 30%
Buscamos en los informes de ls Sociedad de Bolsas las Betas. En mi caso si es una cartera a largo plazo me inclino por la Beta de las últimas 250 sesiones. Tenemos los siguientes datos: (estos datos son betas ficticias para realizar el ejercicio)
Telefónica: Beta 0.70
Endesa: Beta 0.76
Ferrovial: Beta 1.27
Con los datos de la Beta de cada acción y la ponderación en el conjunto de nuestra cartera podemos realizar el siguiente cálculo:
Beta Cartera = (Beta x Ponderación) + (Beta x Ponderación) + (Beta x Ponderación)
Beta Cartera = (0.70 x 0.50) + (0.76 x 0.20) + (1.27 x 0.30) = 0.88
La Beta ponderada de nuestra cartera sería de 0.88, lo que significa que tendría un rendimiento teórico del 88 por ciento del índice Ibex 35.
Hay que tener en cuenta que el cálculo de la Beta no es una ciencia exacta, ya que el valor Beta de nuestra cartera dependerá del periódo elegido. No será el mismo valor si utilizamos la Beta de las últimas 250 sesiones que una media de los últimos 5 años. Pero puede servirnos para tener una idea aproximada.
Conociendo el valor de la Beta de nuestra cartera podemos intentar batir al Ibex35 en mercados alcistas manteniendo una cartera con una Beta superior a 1 mientras que en mercados bajistas si nuestra cartera tiene una Beta inferior a 1 las pérdidas serían en teoría inferiores a las que registraría el índice.
Ejercicios
El riesgo país de Ecuador es 558 puntos, es decir de 5,58%. La tasa libre de riesgo, está representada por los T-BONDS, cuya rentabilidad es de 4,68%. La rentabilidad de mercado de las empresas del sector en promedio es de 12,50%. El β corregido adquiere un valor de 1,23.
Finalmente, la rentabilidad exigida por parte del inversionista viene dada por:
Donde:
La tasa de descuento aplicada y ajustada al nivel exigido por los accionistas es del 10,8%.
http://www.bce.fin.ec/resumen_ticker.php?ticker_value=riesgo_pais

Aplicación de métodos numéricos
en el análisis financiero.

Determinación del VAN.
Determinación de la TIR por el método de Newton Raphson.
El análisis económico, social o financiero de proyectos que requieren una inversión de capitales, se fundamentan en una evaluación de su mismo nombre que se basa en el cálculo de indicadores.
La cifra numérica que caracteriza a cada indicador se lo ha determinado desde siempre mediante modelos matemáticos simples o compuestos que simulan entre otros una actualización o proyección en el tiempo de los beneficios y egresos resumidos y presentados en un flujo neto, que concatenados con una tasa que normalmente involucra criterios como de mejor oportunidad - riesgo de inversión e inflación principalmente -  se ponen de manifiesto cifras numéricas que aseguran o no la conveniencia de la inversión respecto del punto de vista considerado en la evaluación, económica, social o financiera.
Entre los indicadores financieros, se destaca la tasa interna de retorno - TIR- cuyo concepto encauza el cálculo para establecer el valor de la tasa con el que el valor actual neto  - VAN – se hace cero.
Normalmente, el cálculo de la TIR se lo ha efectuado por el método de la interpolación.
VAN (VALOR ACTUAL NETO) – TIR (TASA DE RETORNO DE INVERSIÓN)
En un proyecto empresarial es muy importante analizar la posible rentabilidad del proyecto y sobretodo si es viable o no. Cuando se forma una empresa hay que invertir un capital y se espera obtener una rentabilidad a lo largo de los años. Esta rentabilidad debe ser mayor al menos que una inversión con poco riesgo (letras del Estado, o depósitos en entidades financieras solventes). De lo contrario es más sencillo invertir el dinero en dichos productos con bajo riesgo en lugar de dedicar tiempo y esfuerzo a la creación empresarial.
Dos parámetros muy usados a la hora de calcular la viabilidad de un proyecto son el VAN (Valor Actual Neto) y el TIR (Tasa Interna de Retorno). Ambos conceptos se basan en lo mismo, y es la estimación de los flujos de caja que tenga la empresa (simplificando, ingresos menos gastos netos).
Si tenemos un proyecto que requiere una inversión X y nos generará flujos de caja positivos Y a lo largo de Z años, habrá un punto en el que recuperemos la inversión X. Pero claro, si en lugar de invertir el dinero X en un proyecto empresarial lo hubiéramos invertido en un producto financiero, también tendríamos un retorno de dicha inversión. Por lo tanto a los flujos de caja hay que recortarles una tasa de interés que podríamos haber obtenido, es decir, actualizar los ingresos futuros a la fecha actual. Si a este valor le descontamos la inversión inicial, tenemos el Valor Actual Neto del proyecto.
Si por ejemplo hacemos una estimación de los ingresos de nuestra empresa durante cinco años, para que el proyecto sea rentable el VAN tendrá que ser superior a cero, lo que significará que recuperaremos la inversión inicial y tendremos más capital que si lo hubiéramos puesto a renta fija.

Veamos un ejemplo:
A continuación asignamos dos valores de tasa, con las que podamos obtener un VAN positivo y otro negativo; en este caso propuesto, la intersección de la curva con el eje de las abscisas están alrededor del 10% (gráfico 01), entonces asumimos un valor de 9% para la tasa menor y 11% para la tasa mayor. 
Una forma de presentar la fórmula para calcular la tasa con la que el VAN  se hace cero es la fórmula 02:
Como se puede observar, el resultado de la TIR obtenido por este método será más preciso en tanto y en cuanto los dos valores del VAN - resultados de las tasas menor y mayor impuestas - se aproximen más a cero.